El juez le cedió la custodia de su hijo, solo por los fines de semana no es mucho pero se tiene que acostumbrar. Como muchos hombres separados.
Todos dicen que el amor se termina pero a él le cuesta creer eso,
por que aun guarda esos bellos recuerdos de ella en una tarde de verano;
Cree que son como campanillas violetas pero no lo recuerda bien,
solo tiene en primer plano a su mujer con el rostro resplandeciente por el sol que busca el horizonte y un ramo de flores que ella traía en su pecho, la paz y el amor que deja ella por donde cruce, a él lo atrapo desde el primer día y así construyeron una vida juntos.
Pero el amor de ella se desvaneció, se separo de él para marcharse lejos con el hijo que ambos estaban criando...
Ahora esta con una taza de café en la mano, mientras escribe lagrimas en una hoja en blanco espera el fin de semana para reencontrarse con su hijo, que es su amor igual
que ella, por que todavía la ama...
Tratara de conquistarla de nuevo, ella le devolverá con hielo en su mirada y como cada sábado, se marchara con su hijo de la mano y la mirada baja, para pasar dos días hermosos que no le duran nada.
Los días restantes los pasara como ahora,
con una taza de café, escribiendo lagrimas en una hoja en blanco.
Carlos Quevedo
Taller: Tras Las Paralelas Azules
Pabellón Nº4
Taller: Tras Las Paralelas Azules
Pabellón Nº4
No hay comentarios:
Publicar un comentario