Cuenta la historia de un niño, al cual se dice le gustaba saltar la cerca y tomar las manzanas del vecino; Un día su madre lo llamó y mostrándole una vara le dijo:
-¿ves esta vara?
-Sí, mamá
-Contesto el niño
- Si volves a tomar una manzana del vecino, voy a castigarte cinco veces con esta vara ¿entendiste?
-Sí, mamá.
Los días pasaron, las manzanas estaban cada vez más rojas y el muchacho no consiguió resistir la tentación, Entonces salto la cerca y comió manzanas hasta quedar satisfecho, lo que no esperaba era que al volver a su casa, su madre estuviera aguardándolo con la vara verde en la mano. Comenzó a temblar porque sabia lo que iba a suceder, casi sin pensarlo suplico el perdón de su madre, a lo que ella respondió:
- ¡No! hijo yo dije una cosa y tendré que cumplirla
- - Mamá, por favor, te prometo que nunca mas volveré a hacerlo
- - No puedo hijo, tenes que recibir tu castigo...
- - No, mamá
- - Entonces existe solo una solución...
- -¿Cuál?. La madre le entrego la vara al niño y dijo:
- - Toma la vara hijo mío, en lugar de cartigarte yo a ti, tu me castigara a mí...
- El castigo tiene que cumplirse, por que la falta existió, tu no quieres recibir el castigo y yo te amo tanto que estoy dispuesta a recibir el castigo por ti...
Hasta aquel momento yo había llorado con los ojos, pero al oír aquellas palabras llore con el corazón...
¿Cómo tendría el coraje de golpear a mi madre por un pecado que no había cometido?
Hoy puedo decir que muchas veces no quisimos aceptar el castigo de nuestros padres
y al no obedecerles, hoy estamos privados de la libertad...
espero que les haya gustado; Soy el chico al que le sucedió todo lo relatado y hoy decidí contarlo, pienso en mi madre y sé que la necesito mucho.
Mendietta José
Taller: Tras Las Paralelas Azules
Pabellón Nº6
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