Cuando estuviste conmigo disfrute de tu paz, ahora sigo disfrutando con mas animo pero de tu ausencia, al frente del agua que una vez te llevo lejos de mi, para nunca mas devolverte.
Tu recuerdo sigue en mi mente, tus cosas en nuestro cuarto, tu amor en mi corazón y tu imagen en mi cabeza, desde que despunta el alba, hasta dormirme viendo la ultima estrella.
¡Cómo cuesta superarlo! Sí, costo mucho. Pero el triunfo frente al dolor no supo a gloria, sino a resignación.
Lo festeje en silencio cantando estridentes canciones mudas a altas horas de la noche y la única compania: Tu. Siempre en mi mente. Que hermosa voz tenias, solo con hablar me podía elevar. ¡Habla! Me decías y yo no tenia palabras, solo podía oírte.
Hoy por hoy escucho nada. En la radio alguien canta nada y alguien dice nada en la tv. ¿Es abrumador? No. No escuchar a nadie que no sea a vos, es cálido.
Carlos Quevedo
Taller: Tras Las Paralelas Azules
Pabellón Nº 4
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