Rosa o mujer.

Estoy enamorado de su fragancia y la suavidad de su piel.
Te tengo cerca de mí y tu fragancia es tan natural que mi piel se estremece.
Empiezo a recorrer suavemente tu piel y mi dedo se acerca tocándote sin hacerte daño. Deslizo ahora lentamente mis dedos acariciando esa piel suave hasta llegar a una gota que no termina de caer. Es como si hubieras llorado; y me pregunto si es por dolor o porque estás contenta. Paso mis manos para secar esas gotas y a la vez siento que mi piel se eriza sin motivo y me detengo a observarte.
 Como puede existir algo tan bello, tan perfecto, con esas formas contorneadas, con ese color de piel.
Al verla totalmente desnuda no encuentro palabras para describir el placer que siento.
Me acerco y el perfume de su piel me hace suspirar, y el cuerpo se me desvanece. Me siento como un niño atontado al mismo instante que el tiempo se detiene en el segundo que la miro.
Los sentidos que me abrazan son dos: la vista y  el olfato, ninguno me deja. Me acerco mas hasta rozarla con mi cara y es como acariciar una tela de seda, pero ella tiene carácter fuerte,  puede lastimarte si no sé acariciarle suavemente la piel.
Sabiendo donde detenerme, porque es allí donde se defiende, donde  su hermosura se convierte en defensa lastimándome sin hermosura y defensa. ¿Como Dios pudo crear algo tan bello?
Algo tan bello que te hace sentir miles de sensaciones y a la vez tan perfecto todo. Pero ella es así, la flor más hermosa: la .rosa querer. Solo porque su carácter es así. La naturaleza le dio

Benjamin Valdez 

Taller: Tras Las Paralelas Azules

Pabellon Nº 7