Son las 9 de la mañana, día miércoles, el celador me da aviso que tengo autorizada una visita especial; Sin saber quien puede ser y aparte me agarro de improvisto junto todas mis pertenencias y salgo muy despacito y con muchas ansias.
Sin poder creerlo, lo veo en el patio a mi hijo máximo, con una camiseta de Colón y a mi señora, contenta por haberme dado esa sorpresa. La verdad me alegro la vida. Bueno, comimos, jugamos, charlamos acerca de lo que voy a hacer en la calle, me queda un mes y mi futuro y el de ellos corren por mi cuenta. Gracias a Dios, pudimos ponernos de acuerdo y esperar un poquito más.
Bueno, les voy a cocinar, mientras aprovecho y juego con mis seres queridos. Por suerte los amo y esas pequeñas horitas que me dieron, me parecieron eternas. Gracias por todo y hay que seguir adelante.
Adrián Bruno
Taller: Tras Las Paralelas Azules
Pabellón Nº5
Taller: Tras Las Paralelas Azules
Pabellón Nº5
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